DIY cómo formular el jabón perfecto
19/11/2020
Si me seguís en mi Instagram o mi Facebook, ya os habréis dado cuenta de que me encanta hacer jabón. Pero, ¿cómo se formula el jabón perfecto?
Haz clic aquí para:
En esta publicación os voy a hablar de la saponificación en frío, que es mi método preferido. Como ya os comenté en esta publicación, me satisface mucho más crear mi propio jabón de 0. Lo ideal de este método es que puedes customizar tu jabón al 100%. Las combinaciones posibles son infinitas.
La elección de los aceites y mantecas es importante porque le darán a tu jabón distintas propiedades, es por ello que he decidido hacer este índice con los jabones más usados en saponificación y las propiedades que aportan al jabón.
Tipos de aceites y propiedades para el jabón
Aguacate: el aceite de aguacate es rico en vitaminas A, B, C y E. Pero reblandece un poco el jabón, por lo que no se recomienda usar más de un 20%.
Almendras dulces: plagado de ácidos grasos es también humectante. Es un lujo de aceite para los jabones. Se recomienda usar máximo 20%.
Argán: el aceite de argán se siente sedoso y es humectante. Es también rico en vitaminas E y A. Se recomienda utilizarlo hasta un 10% de tu fórmula.
Cera de abejas: se suele utilizar para endurecer los jabones. Hay que tener cuidado porque acelera la traza, tanto los aceites como la lejía han de estar a una temperatura de entre 60 y 70 grados. Se recomienda no usar más que 8%.
Cacahuete: éste tampoco creo que se use mucho en España, pero en Francia sí se vende y me puedo imaginar que, tal vez, en América Latina también. Se suele usar como sustituto al de colza o al de oliva. Se recomienda usar máximo un 25%.
Coco: un básico. Es muy detergente y hace mucha espuma. Pero, al ser tan detergente puede tender a resecar (por eso para un jabón 100% coco se recomienda un sobreengrasado de entre 20 y 30%). Se recomienda no usar más de un 33% en la receta. Yo no suelo usar más del 15% porque tengo la piel seca.
Colza (sé que no es muy habitual en España, pero en Francia, que es donde vivo, es de producción local y me parecía buena idea mencionarlo): es un aceite barato y buen sustituto para el aceite de oliva porque proporciona propiedades similares. La colza proporciona una espuma cremosa muy agradable. Se recomienda usar entre un 14 y un 40%.
Girasol: rico en ácidos grasos y vitamina E. Además, es uno de los más baratos. El problema es que el aceite de girasol se enrancia rápido, por lo que se recomienda guardar en la nevera y/o añadir un antioxidante. Se puede usar 100%.
Girasol alto oléico: éste me gusta mucho, pero cada vez me está costando más encontrarlo sin refinar y orgánico. Es un aceite modificado que proporciona al jabón las mismas propiedades que el aceite de oliva, literal. De hecho, en las calculadoras de jabones si cambias el de oliva por girasol, verás que no cambia ningún valor ni el porcentaje de sosa. Lo que me gusta de éste es que da jabones blanquitos blanquitos. Se puede usar hasta un 100%.
Manteca de cacao: grandes propiedades humectantes, es un lujo en el jabón. Se recomienda utilizar a un 15% máximo.
Manteca de karité: da una sensación muy humectante a la piel. Ayudar a endurecer el jabón y se puede usar hasta un 15%.
Manteca de mango: grandes propiedades humectantes. Se recomienda usar a un máximo de 15%.
Neem: increíblemente nutritivo, cargado de antioxidantes e ideal para tratar problemas de la piel. No se recomienda usar a más de 6%.
Oliva: para mí, el básico, el mejor de los mejores, tanto que aquí os hablo del jabón de Castilla (100% oliva). Muy humectante, hace una espuma sutil. Se puede usar máximo un 100%.
Palma: nunca lo he usado, lo veo innecesario, pero se habla maravillas de los jabones que contienen palma. Yo, simplemente, por principios, no lo usaré. La gente dice que crea mucha espuma y que ayuda a endurecer los jabones. Si decides usarlo, intenta que sea de una fuente sostenible.
Ricino: atrae humedad y proporciona espuma a tu jabón. No se recomienda usar más del 10%.
Soja: creo que no se vende en España, pero en algunos países de América Latina, sí. Cuando se usa soja se crea un jabón cuya espuma es bastante cremosa y acondicionadora. También proporciona dureza. Se recomienda usar máximo un 50%.
Pero, ¿cómo formulo mi jabón?
La primera pregunta que te tienes que hacer es: ¿qué propiedades quieres para tu jabón?
Según lxs expertxs jaboneros se deben usar 60% de mantecas (o aceites sólidos) y 40% de aceites líquidos (aunque, también he oído que 50/50).
Kenna de Modernsoapmaking recomienda:
60% mantecas o aceites duros
25% a 45% de mantecas que proporcionen espuma
15% a 30% de mantecas acondicionadoras
40% de aceites líquidos
20% a 30% de aceites nutritivos
5% a 10% de aceites de lujo
5% a 10% de aceite de ricino
Mantecas (o aceites duros) que proporcionan espuma: aceite de coco.
Mantecas que acondicionan: manteca de mango, manteca de karité y manteca de cacao.
Aceites nutritivos: colza, girasol (alto oléico y normal), oliva, almendras y aguacate.
Aceites de lujo: neem, rosa mosqueta.
Bien, esa es la teoría de lxs maestrxs jabonerxs. En la práctica, de todos los jabones que he hecho, los que más me gustan son los que llevan mucho aceite de oliva, un pelín de coco y ricino para proporcionar espuma. Al final, como podrás ver, muchos de los aceites y mantecas aportan propiedades similares, es cuestión de que los pruebes y decidas por ti mismx. También he de decir que no le veo la necesidad a añadir aceites de lujo a un jabón. Al final se nos queda en la piel muy poco tiempo y me parece un poco desperdiciar las magníficas propiedades de un aceite así. Pero, una vez más: es mi opinión personal
En la próxima publicación quiero hablaros de otro tipo de ingredientes que podemos añadir a los jabones. No olvidéis de comentar si os interesa este tipo de publicación o no.
Aprovecho para recordaros que podéis contactar conmigo más fácilmente a través de mi Instagram. También podéis suscribiros al blog (os saldrá el formulario al final de esta página) así recibiréis un e-mail cada vez que publique algo nuevo.
¡Un abrazo!
Alba