DIY receta de mascarilla detox

19/03/2019

Mi primera publicación es sobre una mascarilla que para mí ha significado un antes y un después.

Os pongo un poco en antecedentes: tengo piel con algo de acné (a pesar de mis 30 años) y bastante seca, estos extremos se acentúan con la contaminación de la ciudad en la que vivo. También la tengo muy sensible, cualquier cosa que contenga algo de aceite con índice comedogénico, por muy bueno que sea, me provoca granos internos de esos dolorosos.

¿Por qué usar mascarillas faciales?

Es bueno de vez en cuando hacer una limpieza facial, nuestra piel recibe constantemente agresiones tanto por nuestra parte, como por parte de los agentes externos (contaminación, condiciones meteorológicias extremas). Nuestra cara es la parte más expuesta, junto con las manos, a todo este tipo de agresiones.

Es por ello que siempre he sido una fiel usuaria de las mascarillas. He probado de todo: la de peeling japonesa, las tiras blancas clásicas que se ponen en la nariz, todas las mascarillas habidas y por haber (esas monodosis de Primark que eran bastante agradables, las de tea tree oil coreanas, etc.) La que mejor me había funcionado era, sin duda, la glamglow.

Mi cambio a la vida natural comenzó con el desodorante, el cabello y la pasta de dientes. Para la pasta de dientes había comprado carbón y arcilla blanca, pero no me terminó de gustar la receta. Ahora utilizo una pasta de dientes natural francesa comprada en supermercado (para asegurarme de que no contiene ningún ingrediente “caca” utilizo la app Ingred). Y ahí se quedaron muertos de risa hasta que un día recordé la famosa glamglow y creí recordar que los ingredientes eran similares. Pues bien, ahí di con la que es, para mí, la mejor mascarilla utilizada hasta el día de hoy.

Los ingredientes

  • La arcilla blanca caolín: La arcilla blanca, también llamada caolín, es rica en sílice. Absorbe y purifica la piel, es matificante, reparadora, suavizante y muy suave con la piel.

  • El polvo de malvavisco (si no tienes puedes reemplazar por copos de avena triturados o avena coloidal): Calmante, calma la piel delicada, es suavizante, emoliente, gracias a su riqueza en mucílagos. Dichos mucílagos forman un gel acuoso que protege e hidrata la capa superior de la epidermis. Además, promueve la revitalización de las pieles sensibles.

  • El carbón activado/activo: es un poderoso adsorbente y desintoxicante, que ayuda a capturar los contaminantes y las toxinas que se acumulan en la piel: contaminantes ambientales, residuos químicos de productos cosméticos, pero también toxinas excretadas por la piel. También es purificante, limpia la piel y absorbe las bacterias responsables de ciertas infecciones (acción conocida sobre los estafilococos).

La receta

  • 1 cucharada de arcilla blanca

  • 1 cucharada de polvo de malvavisco

  • 1 cucharada (o un poco menos) de carbón vegetal

Lo mezclamos con agua y ¡listo! Si te apetece, puedes echar también un poquito de miel.

¿Cómo se usa?

Cómo lo uso: yo me la echo tras haber lavado previamente la cara con la base lavante de aroma zone y haberla exfoliado y enjuagado con agua caliente para abrir los poros. La dejo hasta que esté seca y después la lavo con agua templada.

El resultado: poros completamente desobstruidos (el problema de esto es que luego la nariz se me engrasa muy fácilmente) y sensación de suavidad gracias al polvo de malvavisco.

Lo que más me gusta de estos ingredientes: ¡la arcilla blanca y el malvavisco puede ser utilizado para el cabello! Pero de eso ya hablaremos en publicaciones futuras 😉

El precio total de los tres ingredientes debe rondar los 10€ y os dará para muchos usos. Y, en mi caso, el malvavisco se ha convertido en un básico.

¿Tenéis alguna receta que sea básica e imprescindible para vosotrxs? ¡Contadme, estoy deseando descubrir las vuestras! Os recuerdo que en mi Instagram o mi Facebook suelo publicar más cositas.

Un abrazo

Alba